Pan, educación y libertad
«Lo sostiene en la mano izquierda mientras la palma de la mano derecha se desliza suavemente sobre él, como si quisiera alisar un papel arrugado. La mano le tiembla al tocarlo.
-¿Podéis creéroslo? Llegué a echarlo de menos-murmura. Lo que tiene en la mano es un billete de mil dracmas».