«Ao verme que primeiro royó as frias carnes de meu cadáver dedico com sentido recordo estas memórias póstumas». Estas palabras son de Memórias Póstumas de Brás Cubas, de Joaquim Machado de Assis,
uno de los escritores clásicos de la literatura brasileña del siglo XIX . La novela está basada en la biografía del mismo Brás Cubas, que habla sobre la vida después de su muerte. Es una entretenida historia que cuando se publicó por primera vez sorprendió al público por su originalidad. Son capítulos muy cortos, a través de los cuales el personaje principal describe la sociedad y la de la gente que conoció.
La mujer de mi peluquero me dejó esta obra de Machado de Assis y, mientras me hace la manicura, me explica que es un libro obligatorio para los estudiantes de su país. Nunca vino a Barcelona desde Salvador de Bahía hace diez años , buscando un cambio de vida. Llevó en el equipaje los clásicos que tenía que leer en la escuela. Ahora me deja y me dice que le pregunte lo que sea si no entiendo el idioma. Cuando le devolvió el otro día a Cubas , la mujer de mi peluquero (un barcelonés de toda la vida, que ha aprendido eso de cortar el cabello de su padre, hijo de un obrero revolucionario del Poblenou, que también le enseñó el oficio) me dejó otro clásico, O Cortiço, de Aluisio Azevedo y ahora estoy practicando la lengua portuguesa con otro autor del siglo XIX, naturalista , una tendencia literaria que estaba muy de moda en aquella época (1890 ) en Europa. AO Cortiço, Azevedo hace una descripción detallada de Brasil, especialmente de los habitantes de Río de Janeiro y su complicada relación interracial.
«E durante dois anos o cortiço prosperou de dia para dia, ganhando forças, socando-se de gente. E ao lado o Miranda assustava-se, inquieto com aquela exuberância brutal de vida, aterrado defronte daquela floresta implacável que lhe crescia junto da casa«…