Paris, años 20. Esta fue una época muy especial. Dicen que por entonces todo era una fiesta y la pintura y la literatura eran testigos de momentos espectaculares. La llamada, según el tópico, «ciudad de la luz», estaba dividida por el Sena. Por una parte, la sociedad acomodada y conservadora y, por otro lado, la bohemia, el arte, los intelectuales, las librerías.
Durante los años 20 del siglo pasado, París era la ciudad de las Vanguardias europeas y muchos escritores estadounidenses viajaban al viejo continente para ser testigos de todo lo que estaba pasando. La escritora y mecenas Gertrude Stein, Ernest Hemingway, Ezra Pound o Scott Fitzgerald, se mezclaban con otros escritores o pintores europeos como el irlandés James Joyce, el malagueño Pablo Picasso o los franceses Paul Valéry i André Gide.
La librería se cerró en diciembre de 1941 , debido a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial y no volvió a abrir nunca más en su antigua ubicación. Pero en 1951 otra librería anglosajona fue abierta en París, con el nombre de Le Mistral y cuando Sylvia Beach murió, George Whitman (su fundador ) cambió el nombre del local por el legendario Shakespeare and Company. Durante los años 50 fueron otros norteamericanos, los de la Generación beat, los que se dirigieron a la librería esperando hospitalidad. Eran, por ejemplo, Allen Ginsberg, Gregory Corso o William Burroughs. Casualmente, Whitman (que, parece ser, no tiene nada que ver con el poeta Walt Whitman) puso a su hija el nombre de Sylvia y es ella, precisamente, quien ahora regenta la librería, en la calle Bûcherie, muy cerca de la plaza de San Michel, del Sena y de Notre Dame.