Cuando conocí a Luis García Montero y nos habló sobre Lorca en unas horas inolvidables, tambíén pude asistir, afortunadamente, a la presentación del libro Un hivern fascinant (Proa), en el cuarto aniversario de la librería Nollegiu, en el Poblenou de Barcelona. Margarit y García Montero, en un mano a mano lleno de complicidades, leyeron sus poemas. El librero Xavi Vidal decidió, acertadamente, situar la mesa de los poetas en la puerta de la librería. La calle se llenó de palabras, de poesía, de voz clamando al cielo el valor de la literatura en todos los momentos y en todos los lugares. En este último día del año, después de estos días intensos, quiero dejar en este lugar este poema de Joan Margarit, el que da nombre a su último libro publicado.
Les roselles van despareixent
eliminades com les males herbes.
Molt aviat ja no s’escamparan
les roges pinzellades del vent als camps de blat
Qui podrà entendre un dia
els quadres de Van Gogh?
Visc encara en un món familiar,
malgrat que subtils canvis ja m’alerten:
no tornarà a ser el meu.
No es tracta d’un infern: permet comprendre.
L’oblit arriba, tranquil·litzador.
I torna, sempre torna, l’alegria.