Keigo Higshino nació en Osaka, aunque actualmente vive en Tokio. Además de escritor es ingeniero y un referente para los lectores de novela negra en Japón.
La devoción del sospechoso es la tercera entrega de la serie creada por Higashino en la que aparece Manabu Yukawa, apodado Galileo, profesor de física y aficionado a la investigación criminal. Galileo ayuda a la policía en sus pesquisas y resulta ser un personaje carismático, además de imprescindible para que el detective Shunpei Kusanagi pueda ver la luz en un oscuro y complicado caso.
El mundo que describe Keigo Higashino en La devoción del sospechoso es un particular espacio gris, de una frialdad calculada, para no despistar al lector y dirigirlo directamente a lo que interesa. Una madre y su hija, un vecino inteligentísimo, un marido acosador, un detective que necesita la ayuda de un científico para triunfar en su trabajo y una tienda de bento que nos incita a enterarnos de qué se trata esta virtuosidad culinaria, tan cotidiana en Japón.
Tetsuya Ishigami es un profesor de matemáticas que vive con pasión su profesión. El cálculo es su forma de vida y obsesión. Pero la frialdad de los números no conseguirán protegerlo de los sentimientos confusos de un amor imposible y lo situarán en la frontera de lo desconocido.
La vida de Yasuko Hanaoka y su hija Misato parece tranquila: trabajar en la tienda de bento y estudiar. Que los días transcurran unos iguales a los otros es para ellas un triunfo que les hace olvidar su mala vida de antes. Pero como para algunos desafortunados la suerte no es siempre duradera, finalmente aparece la pesadilla que pretendían olvidar en forma de exmarido parásito.
En esta interesante novela se sabe desde el principio quien es el asesino y cómo sucedieron los hechos. El misterio consistirá en descubrir la forma en la que conseguirán, o no, salir indemnes de una situación que se va complicando a medida que pasan las páginas.