Poco antes del inicio la BCN Negra 2019, el festival que Paco Camarasa ubicó en el mapa de los festivales sobre el género, se presentaba en SomNegra un libro escrito por múltiples manos para dejar constancia de lo que significó la figura de un librero, abierto y apasionado, al mundo de los libros en Barcelona. En Cómplices hay recuerdos, pensamientos, homenaje a una persona querida y muchas ganas de escribir sobre Novela Negra.

«No es usual pero sucede. A veces, algunas personas, al marcharse, dejan un agujero que no se rellena con nada», dice Calos Zanon en el libro. El actual comisario de la BCNegra cree que «hay gente que tiene mal recambio». Por eso, tal vez, la presencia de Cómplices en el mundo de los libros, junto a los otros, los que recomendó Paco Camarasa en su mítica librería y los que continúan llenando los estantes en un continuo devenir de relatos de todos los calibres y hechuras. Ahí están ellos, para que no decaiga el enorme vicio por la tinta color azabache, como los toros de lidia, como los incesantes días negros que nos acechan.

Me ha gustado mucho sentarme a mi mesa y en mi silla para teclear frases y el relato que he aportado para esta crónica sentimental en negro, como diría Váquez Montalbán, siempre presente y ausente sin remedio. Paco Camarasa, como librero que era, se debía a sus lectores, a los que se acercaban a la tienda, billetera en mano, para quedarse con el tesoro. Comprar libros es lo mismo que apostar por su supervivencia. Tal vez por ello el enorme sentimiento de pertenecia que Camarasa intentaba mecer en sus clubs de lectura. Y así este libro, hecho por los lectores y escritores, como reclamando a todos los que escriben historias para que nunca dejen de hacerlo, para que siempre se alíen con la literatura, solo con ella, sin tener en cuenta a los intermediarios, porque este es un negocio que no perdura sin el clamor de la lectura.