Melancolía e ironía, palabras que llenan de sentido la descripción de la novela de Ernesto Mallo, La conspiración de los mediocres (Siruela). El escritor argentino se detiene esta vez en las 167 páginas del relato y recuerda que sigue ahí ese mundo que duele y tortura nuestros recuerdos.
La conspiración de los mediocres es la cuarta entrega en España de la serie del comisario Lascano (alias el Perro) pero es la primera en orden cronológico. Para los lectores de los títulos anteriores puede resultar revelador descubrir las causas de algunos de los traumas de Lascano. Al mismo tiempo, la historia entremezcla recuerdos y la investigación de un caso que lleva la historia arriba y abajo, desde el nazismo alemán hasta la dictadura militar del general Videla. La presidenta, Isabel Perón, y López Rega habían dejado Argentina en manos de la Triple A, que sembraron el terror en el país. En ese entorno, un joven comisario Lascano investiga la muerte de un anciano alemán en su casa.
La conspiración de los mediocres es una novela dura, en la que también cabe una romántica historia de amor, contraste que sorprende en algunos momentos.
Inicio: «Cuando sonó el teléfono, Rolf Böll supo que hoy vendrían a matarlo. Cuando cuelga, por el auricular le llega un sonido agudo y breve, como el trino inconcluso de un pájaro mecánico.»